Eric Voegelin
La nueva ciencia de la política
Una introducción
notas de prensa
Eric Voegelin, un filósofo de la trascendencia
La Torre del Virrey - España, 6/1/2008
Comentarios sobre La nueva ciencia de la política. Una introducción, de Eric Voegelin y ¿Una nueva ciencia de la política? Réplica a Eric Voegelin, de Hans Kelsen
El Debate Político - Argentina, 10/1/2007
El discípulo contra el maestro
La Torre del Virrey - España, 6/1/2007
La nueva ciencia de la política
Aceprensa - España, 2/26/2007
título de la nota: Eric Voegelin, un filósofo de la trascendencia
autor de la nota: Bernat Torres Morales
medio: La Torre del Virrey - España
fecha: 6/1/2008
extracto
Un buen ejemplo para ver la manera como Voegelin se enfrenta a esta situación es su relación intelectual con su primer gran maestro, Hans Kelsen, la cual queda reflejada explícitamente en la obra Der autoritäre Staat, de 1936, e implícitamente en la obra política por excelencia, la Nueva Ciencia de la Política.
***
Sea como sea, la distancia del positivismo de Kelsen con respecto a la visión de Voegelin parece insalvable; el primero nos dice en su réplica a la crítica que le había dirigido al segundo que "puede demostrarse y se ha demostrado que los innumerables intentos realizados por la especulación metafísico-religiosa desde los comienzos de la Antigüedad hasta nuestros días para resolver el problema de la justicia en tanto valor absoluto han fracasado rotundamente".
***
En cierto sentido la obra de Voegelin es un intento de restablecer un tipo de conocimiento sobre el hombre, la política y la historia de inspiración weberiana, pero sin caer en este tipo de misticismo, es decir, en el no plantearse abiertamente las cuestiones esenciales. Al mismo tiempo esta ciencia debía escapar de la rigidez metodológica del neokantismo de Kelsen.
***
El pensador alemán es uno de los pensadores que ha contribuido, junto con figuras como las de Leo Strauss o Karl Löwith, a la recuperación de la filosofía política clásica. Sin embargo, a diferencia de estos autores, Voegelin no admite que haya una distinción sustancial entre la forma filosófica de pensar y la religiosa, pues ambas son fruto de un movimiento que tiene su origen fuera de la misma conciencia y que nos impulsa hacia la búsqueda de la verdad. Se trata de dar cuenta desde la filosofía política de la importancia de los elementos transcendentes que se manifiestan en la vida política y que, en su ocultación mediante la ideología, pueden convertirse en peligrosas armas contra la salud y la justicia de la ciudad.
título de la nota: Comentarios sobre La nueva ciencia de la política. Una introducción, de Eric Voegelin y ¿Una nueva ciencia de la política? Réplica a Eric Voegelin, de Hans Kelsen
autor de la nota: Matías Ilivitzky
medio: El Debate Político - Argentina
fecha: 10/1/2007
extracto
Su estilo claro e impactante, su utilización de diversas fuentes y una continuidad entre los diferentes apartados permiten vislumbrar que este volumen, introductorio según el título de su autor, sería seguido por otros que ampliarían el contenido de esta nueva ciencia.
***
En pos de la "reteorización" necesaria para las ciencias sociales en general, se debe recuperar la única teoría política que define al hombre como tal. Tal teoría es la que, a juicio de Voegelin, no se ha sistematizado a lo largo de la historia de la filosofía política, y es la que sustenta el carácter inédito de su trabajo.
título de la nota: El discípulo contra el maestro
autor de la nota: Josemaría Carabante
medio: La Torre del Virrey - España
fecha: 6/1/2007
extracto
La polémica entre Voegelin y Kelsen es la del viejo hombre con el nuevo.
***
Voegelin utiliza el concepto de "representación existencial" para introducir un criterio normativo en la política. Es el ámbito del deber ser. La sociedad no aparece como un agrupamiento arbitrario de individuos, sino que encarna y representa una verdad trascendente a las propias individualidades, lo que asegura, en última instancia, la supervivencia histórica de la comunidad. [...] la realidad no es neutra, sino que impone un orden susceptible de comprensión, susceptible de imitación. Como el cosmos, la política únicamente ha de descubrirlo; he ahí la labor del teórico.
***
La gran aportación de Voegelin es precisamente ésta: comprender que con la modernidad el problema planteado es esencialmente histórico: ¿cómo dar un sentido a este curso de los acontecimientos que en ocasiones escapan a la conciencia humana, una vez que la ciudad terrenal se ha independizado de la historia de la salvación?
***
Desvinculado de la religión, nublado el sentido de la trascendencia, el individuo transformará la política con un mensaje de redención terrenal y surgirán las religiones políticas totalitarias.
título de la nota: La nueva ciencia de la política
autor de la nota: Josemaría Carabante
medio: Aceprensa - España
fecha: 2/26/2007
extracto
Eric Voegelin (1901-1985), un autor poco conocido en lengua castellana, fue uno de los primeros en someter a crítica la política totalitaria de Hitler en un libro de mucho éxito publicado a comienzos de la década de los treinta que le obligó a un largo exilio. En Nueva ciencia de la política (1951) realiza básicamente un certero ajuste de cuentas con la modernidad, al tiempo que revisa la concepción política aristotélica con el fin de acomodarla a los tiempos presentes.
***
Dos cosas llaman especialmente la atención de este ensayo. En primer lugar, la erudición del autor, que maneja con enorme facilidad la filosofía política clásica y contemporánea, pero también la historia y la teología. Además percibe los problemas reales que se plantean, lo que le permite realizar un atinado juicio sobre la realidad de su tiempo y sobre las consecuencias de la modernidad.
***
La lectura de este formidable ensayo puede servir para resolver bastantes dudas, pero sobre todo para comprender las propuestas políticas de algunos intelectuales contemporáneos. Para Voegelin la alternativa estaba clara: recuperar el horizonte que marca la filosofía griega y el mensaje cristiano; volver a hablar de la verdad y del bien, aunque muchos sostengan que son convenciones.
|
