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Cornelius Castoriadis
Una sociedad a la deriva
Entrevistas y debates (1974-1997)
notas de prensa
Un Aristóteles caliente
El País - Uruguay, 9/5/2008
Una sociedad a la deriva
Biblioteca de Bagdad - España, 6/23/2007
Psicoanálisis
La Voz de Cádiz - España, 4/1/2007
Un pensador inclasificable
ABC - España, 11/18/2006
Entrevistas y debates de Castoriadis
Ecos de la Costa - México, 7/3/2006
Singular trayectoria
La Nación - Argentina, 6/18/2006
Me gusta muchísimo
La mujer de mi vida - Argentina, 6/1/2006
título de la nota: Un Aristóteles caliente
autor de la nota: Juan E. Fernández Romar
medio: El País - Uruguay
fecha: 9/5/2008
extracto
Una sociedad a la deriva. Entrevistas y debates (1974-1997), una excelente compilación de entrevistas realizadas a Castoriadis que cubren los diferentes períodos de su obra. Es un documento fundamental para los estudiosos de su obra en el que se revelan diferentes facetas de la interna de Socialismo o barbarie y se pasa revista a la cuestión de la democracia, su horizonte indeterminado, su pasado y su futuro.
título de la nota: Una sociedad a la deriva
autor de la nota: Ernesto Bottini
medio: Biblioteca de Bagdad - España
fecha: 6/23/2007
extracto
Si algún pensador griego moderno encarnó la rica tradición de la filosofía clásica, este sin duda fue Cornelius Castoriadis (1922-1997). Una sociedad a la deriva (Katz, 2006) es una reunión de entrevistas y coloquios seleccionados por Enrique Escobar, Myrto Gondicas y Pascal Vernay a través de los cuales podemos acceder de forma fragmentaria pero representativa al núcleo del pensamiento de Castoriadis. En esta reunión están representadas las principales posiciones filosóficas y políticas de un "pensador proteiforme que fue con igual pasión militante político, economista, psicoanalista y filósofo".
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El tono por momentos desenfadado de estos textos, las intervenciones al calor de los sucesos de actualidad y sus posicionamientos sobre temas sensibles del presente, componen un entramado rico y plural para acercarse a su obra y su pensamiento.
título de la nota: Psicoanálisis
autor de la nota: José Antonio Hernández Guerrero
medio: La Voz de Cádiz - España
fecha: 4/1/2007
extracto
A nuestro juicio, la lectura de la obra de este intelectual, que reivindica la creatividad humana como exigencia esencial de todo pensamiento que merezca el nombre de tal, es provechosa y necesaria para todos los que pretendan investigar en las preocupaciones, en los intereses y en las ambiciones de sus contemporáneos, para todos los que se propongan contribuir con su pensamiento a descifrar el sentido de los movimientos sociales, culturales e, incluso, artísticos de nuestra sociedad.
título de la nota: Un pensador inclasificable
autor de la nota: Miguel Porta Perales
medio: ABC - España
fecha: 11/18/2006
extracto
En el mapa de la intelectualidad de izquierdas europea del XX, Cornelius Castoriadis (1922-1997, grecoturco de nacimiento y francés de adopción) es una rara avis. Porque supo ajustar cuentas, con décadas de anticipación, con la teoría y la práctica del marxismo en sus versiones leninista, estalinista y trotskista, y porque pensó por su cuenta -cosa poco habitual en el seno de una izquierda que tiene la mala costumbre de adorar a los fetiches ideológicos de la tribu- brindando un conjunto de ideas más o menos productivas en la política, la filosofía, la economía y el psicoanálisis.
Estos textos de temática variada y distinto calado podrían haberse titulado Castoriadis par lui-même.
título de la nota: Entrevistas y debates de Castoriadis
autor de la nota: Álvaro Cepeda Neri
medio: Ecos de la Costa - México
fecha: 7/3/2006
extracto
I.- Cornelius Castoriadis (1922-1997) o Cornelio, nombre del centurión romano convertido al cristianismo, es uno de esos rarísimos intelectuales capaces de ir razonando, explicando y fundamentando sus rectificaciones para corregir, dentro del camino donde se ha formado, la dirección para seguir marchando como crítico de la política, como teoría o historia de las teorías políticas. Y de la política como praxis, es decir, como práctica y experiencia histórica, en cada Estado desde Grecia hasta Europa (occidental y oriental), Gran Bretaña y Estados Unidos. Y en el mundo como tal.
II.- Castoriadis es griego por nacimiento y cultura. Estudia derecho y economía en Atenas, para trasladarse a Francia, donde decide radicarse. Pensador universal no dejó jamás de ser crítico y autocrítico, para penetrar, con rigor metódico y sistemático, cuantos problemas enfrentó como estudioso de la política en todas sus manifestaciones y modalidades. Combatiente por la libertad, pelea duramente en la resistencia antinazi y antifascista; las primeras barbaries que, además, denuncia y analiza hasta desentrañar sus perversiones sociales enmascaradas con un falso socialismo y prejuicios raciales y chauvinistas.
III.- Este polifacético escritor, sin la falsa celebridad de los intelectuales orgánicos (o sea los que se la pasan asidos con los pies, las manos y la boca a la ubre del poder político y/o económico; verbigracia en México los Aguilar Camín, primero con Salinas, ahora con Azcárraga en Televisa, etc.), se ha caracterizado por estar alerta y alertando a sus lectores sobre la privatización del individuo de la cosa pública que se refugia y esconde en la vida privada y esto conduce a la apatía, la pasividad.
IV.- Solamente encontré una breve reseña biográfica de Castoriadis, en el Diccionario de pensadores contemporáneos, dirigido por Patricio Lóizaga (Emecé editores). Esta nota, empero, es nada comparada con la Cronología y bio-bibliografía de 34 páginas, preparada por Enrique Escobar, Mirto Gondicas y Pascal Vernay y quienes, a su vez organizaron la edición del libro: Una sociedad a la deriva. Entrevistas y debates, (1974-1997). Publicado originalmente en francés y traducido al español por Sandra Garzonio, es una colección de 25 intervenciones de Cornelius Castoriadis a lo largo de más de dos décadas.
V.- "Desde hace tiempo vengo hablando de la privatización de los individuos, de su repliegue en la esfera privada, de su desinterés por la cosa pública... el métro-boulot-dodo (metro, trabajo y a dormir) de 1968 se volvió coche-trabajo-televisión. La población no participa de la vida política. No es participar el hecho de votar una vez cada cinco o siete años por una persona que no se conoce, sobre problemas que no se conocen y que el sistema ha hecho todo para evitar que se conozcan... y también es preciso, sobre todo, que cambie la actitud de los individuos hacia las instituciones y hacia la cosa pública, la res pública, eso que los griegos llamaban tá koiná (los asuntos comunes). Pues hoy, dominación de una oligarquía y pasividad con privatización del pueblo, no son más que las dos caras de la misma moneda".
VI.- La lectura de estos textos donde Castoriadis analiza los vacíos políticos por ese aislamiento individual y colectivo adicto a la televisión, es como desconectarse, rebelarse contra la oligarquía neoliberal, o de lo contrario, mar adentro de la globalización de y los capitalismos, somos una sociedad a la deriva donde los gobernantes "piensan que todo, o casi todo, les está permitido, con la condición de que el medidor político de la audiencia televisiva no reaccione demasiado mal. Además, ya no gobiernan de verdad, pues su única preocupación es permanecer en el gobierno o acceder a él".
VII.- Los vacíos políticos de nuestro tiempo, siguiendo a Castoriadis, no son lo que comúnmente se dice: cuando los gobernantes dejan de gobernar y los Estados zozobran en el mar de las crisis que se vuelven en un modo de sobrevivir y en cuyas condiciones nos acostumbramos, sino que esos vacíos políticos son cuando el pueblo no participa en la conducción de los intereses comunes. Vivimos-sobrevivimos en el neoliberalismo económico, la pseudodemocracia controlada por "la oligarquía neoliberal" y la carencia de la autonomía individual para ejercer las libertades conquistadas, pero ya arrumbadas, por la humanidad.
VIII.- Este libro: Una sociedad a la deriva, con sus 348 páginas, es una recopilación "para todos aquellos que se acercan a este autor por primera vez, pues puede ofrecer un hilo conductor para orientarse en una obra a veces densa y compleja". Y quienes ya lo conocen, a través de sus libros, volver a conversar con este singular crítico sobre el que se tejió la leyenda de estar apartado de la vida cotidiana. Y que la publicación de estas entrevistas y debates la desbaratan, pues Castoriadis "vuelve aquí incansablemente sobre la cuestión de la democracia: sobre su carácter inacabado, su pasado y su futuro en el mundo occidental".
IX.- En su mayoría entrevistas, el libro tiene como su autor a Cornelius Castoriadis, el combatiente contra la barbarie del socialismo-comunista o "socialismo real", como lo fue también de la barbarie nazifascista. Y siempre en las vanguardias por la democracia más de autogobierno en el sentido ateniense, que la representación y donde, actualmente, la política se ha transformado, por la corrupción e impunidad, en una "mezcla de arcaísmo y de evasión" para que todo sea derecho penal, sanciones penales y donde los poderosos de la política y la economía, finalmente burlan en complicidad con arreglos en los tribunales.
X.- No hay una sola entrevista que no merezca apasionarse racionalmente con Castoriadis. Estremecerse con sus respuestas del intelectual que rectificó haber sido
marxista y se convirtió a la democracia para criticar el capitalismo que no se reforma democráticamente y "cada vez se vuelve más improbable... Casi en todas partes el sistema emprende reformas que habría debido conceder en el siglo pasado, y su evolución (mundialización salvaje con el signo del liberalismo) cada vez vuelve menos posible el mantenimiento de situaciones nacionales".
título de la nota: Singular trayectoria
autor de la nota: Gustavo Santiago
medio: La Nación - Argentina
fecha: 6/18/2006
extracto
Psicoanalista, filósofo, político, economista, Cornelius Castoriadis (1922-1997) fue, ante todo, un hombre lúcido, inquieto e incisivo. Sus textos y sus acciones lo mostraron siempre comprometido con las luchas sociales, aunque desde una posición autónoma, lejos de los grandes aparatos políticos o de las modas intelectuales. Esto quizá explique por qué, aún siendo un promotor fundamental de los debates del pensamiento francés en el último medio siglo, su nombre ha permanecido en una posición marginal en relación con los de otras figuras.
El ingreso de las ideas de Castoriadis en la Argentina fue lento y desordenado. Sus textos comenzaron a circular con cierta fluidez a mediados de los años 90 (más allá de algunos esfuerzos anteriores desde el ámbito académico por darlos a conocer) y todavía hoy su lectura parece adolecer de una falta de visión de conjunto y continúa siendo fragmentada, parcial. Por eso entusiasma la aparición de Una sociedad a la deriva, libro en el que se reúnen artículos, entrevistas y conferencias que, si bien fueron escritos entre 1974 y 1997, hacen referencia a la trayectoria completa de Castoriadis.
El libro está dividido en dos partes. En la primera, compuesta por cinco textos extensos, se exponen con cierto detalle algunos conceptos clave del filósofo tales como "revolución", "imaginario social", "imaginación radical", "autonomía".
En "Por qué ya no soy marxista", entrevista de 1974, Castoriadis narra la historia de la experiencia de la revista Socialismo o barbarie , los diversos avatares por los que transitó el grupo (incluida su ruptura con Claude Lefort) y su relación con los sucesos de Mayo del 68. También realiza una aguda crítica del marxismo, cuestionando su visión de la economía y de la historia, y realiza una defensa de un proyecto revolucionario sustentado en la autonomía, concepto al que será fiel por el resto de su vida y que entiende como una "autoinstitución permanente y explícita de la sociedad; es decir, un estado donde la colectividad sabe que sus instituciones son su propia creación y se ha vuelto capaz de mirarlas como tales, de retomarlas y de transformarlas".
Otro de los textos centrales de la primera parte es "Las significaciones imaginarias", entrevista realizada en 1981. Como el título lo indica, el tema abordado es el de las significaciones que, sin constituirse de un modo racional o lógico ni poder derivarse sin más de cosas "reales" se encarnan en las instituciones y las animan. "Cada sociedad -sostiene el filósofo- es constitución, de hecho creación, del mundo que vale para ella, de su propio mundo. Y su identidad no es otra cosa que este sistema de interpretación, o mejor, de donación de sentido". Por eso, el surgimiento de una sociedad nueva (objetivo capital de todo proyecto revolucionario) requiere de la aparición de nuevas significaciones que transformen las relaciones entre los hombres. En este aspecto Castoriadis destaca el accionar de los movimientos de mujeres, de jóvenes y de ecologistas como "tentativas de diferentes categorías de gente que apuntan a no padecer ya la institución de la sociedad tal como les es impuesta, sino a modificarla". En definitiva, tal como señala en otro de los textos, titulado "El proyecto de autonomía no es una utopía", de lo que se trata es de promover "una sociedad en la cual todos los ciudadanos tienen una igual posibilidad efectiva de participar en la legislación, en el gobierno, en la jurisdicción y en definitiva en la institución de la sociedad".
Los veinte textos que conforman la segunda parte del libro son mucho más breves. En ellos Castoriadis pone en juego sus conceptos para analizar acontecimientos históricos puntuales como la caída del Muro de Berlín, la disolución de la URSS, la Guerra del Golfo. Un elemento común en la mayor parte de estos trabajos es la preocupación por la relación entre poder y democracia. "La estructura actual del poder es alienante, atomizante, remite a cada uno a su vida privada y a la infantilización [...] cada cuatro, cinco o siete años se produce esta misteriosa alquimia mediante la cual, durante un domingo, el poder se disuelve y, por la tarde, se reencarna llegando a ser la hipóstasis del pueblo en la persona de sus representantes". Ante esta situación Castoriadis insiste en la necesidad de "luchar por instituciones que amplíen las posibilidades del autogobierno colectivo y combatir todas las tendencias que se oponen a esto".
El libro se cierra con un texto titulado "Una trayectoria singular", de 1997, en el que, tomando como ejemplo su propia experiencia, Castoriadis plantea una articulación entre filosofía, psicoanálisis y política: "El psicoanálisis permite que la filosofía descubra nuevos campos, y la filosofía finalmente es necesaria para la reflexión sobre los fundamentos del psicoanálisis. El vínculo entre psicoanálisis y política también es muy importante [...] el objetivo del psicoanálisis es volver autónomos a los individuos tanto como sea posible, así como el objetivo de la política es volver autónomos a los individuos y a las colectividades".
Una sociedad a la deriva es un material muy recomendable para quienes se inicien en la lectura de Castoriadis; pero también para quienes deseen ubicar sus lecturas fragmentadas en una perspectiva de conjunto.
título de la nota: Me gusta muchísimo
autor de la nota: Elvio E. Gandolfo
medio: La mujer de mi vida - Argentina
fecha: 6/1/2006
extracto
Hace unos cuantos años descubrí a Cornelius Castoriadis en un reportaje de la revista Punto y aparte. Me gustó mucho que reconociera lo que había ido pasando en el mundo, y que tratara de seguir pensando dentro de un marco de izquierda por así llamarle democrática, algo no tan frecuente como podría creerse. Como es lógico estaba desilusionado por la evolución de las cosas sociales y políticas. Pero cuando le preguntaban qué había que hacer ante semejante marco, decía que había que esperar, con los ojos abiertos, o sea atento. Me pareció un optimista cauto, o un pesimista con bolsones internos de optimismo. Además mezclaba la teoría social o política con el psicoanálisis (colectivo), y la biología. Nunca leí ninguno de sus libros fundamentales (ver la primera línea). Pero sí artículos o reportajes, que siempre me interesaron. Ahora una buena cantidad de ese tipo de textos está recopilada en Una sociedad a la deriva (Katz), subtitulado Entrevistas y debates (1974-1997). Allí discute al marxismo en sus bases mismas, o en su negativa a reconocer lo ya logrado por las luchas de las clases trabajadoras, se pregunta por la razón de las guerras, habla de los imaginarios sociales que están en la base de las instituciones, y mantiene intacta su capacidad de tener los ojos abiertos. Así, a la espera, debe de haber muerto, en 1997.
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