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Saskia Sassen

Expulsiones

Brutalidad y complejidad en la economía global


notas de prensa

"¿Necesitamos realmente una multinacional para tomar un café?"
El País - España, 4/17/2016

"Las categorías dominantes son invitaciones a no pensar"
Página 12 - Argentina, 4/1/2016

Cerca del suelo
Página/12 - Las 12 - Argentina, 11/13/2015

"Las migraciones hoy hablan de una pérdida masiva del hábitat"
La Tercera - Chile, 11/6/2015

La desigualdad mata
Perfil - Argentina, 7/25/2015

Saskia Sassen: "Hay geografías de poder y extracción que atraviesan la división Norte-Sur"
La Nación - Argentina, 7/19/2015

Expulsados del centro comercial
Clarín - Revista Ñ - Argentina, 5/26/2015

Sassen: "La clase media es actor histórico de la revolución"
Revista de Letras - España, 3/9/2015

Saskia Sassen: "Llamamos 'austeridad' a las agresiones organizadas"
La Vanguardia - España, 2/3/2015

DEBAT - Prendre la paraula. Justícia i igualtat. Conferència de Saskia Sassen
www.cccb.org - España, 2/2/2015

título de la nota: "¿Necesitamos realmente una multinacional para tomar un café?"
autor de la nota: Pilar Álvarez
medio: El País - España
fecha: 4/17/2016

extracto
La socióloga y Premio Príncipe de Asturias reflexiona en su último libro sobre los expulsados. "Europa lanza iniciativas que fallan una y otra vez con los refugiados", considera.

Hay términos que a Saskia Sassen (La Haya, 1949) le suenan a hueco. Parado de larga duración, por ejemplo, se queda corto para definir a quien nunca ha tenido un puesto de trabajo. O desplazado, otra palabra a la que se le rompen las costuras si se habla del que no podrá volver a un hogar, porque ha sido arrasado y ya no existe. Otros, como cambio climático, le suenan a mentira. "Parece demasiado hermoso y yo busco categorías brutales como tierras muertas o aguas muertas". La socióloga, economista y pensadora, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2013, reflexiona sobre estas cuestiones en su última obra, Expulsiones: brutalidad y complejidad en la economía global.
***
"Es un libro chiquito en el que agarro el toro por los cuernos de este momento histórico", define su obra, editada en España por Katz. "Solo" le ha dedicado cuatro años, frente a la década que suele emplear para sus trabajos más extensos, como The Global City: New York, London, Tokio (Princeton University Press, 1991), que le dio reconocimiento internacional. Entonces, como ahora, jugaba a romper con el orden de las cosas.
***
Las imágenes de todas esas personas en los bordes de Europa esconden, a su entender, otras realidades: "Las guerras son terribles, pero tras ellas hay un régimen que nos permite reconocer que el que huye es un refugiado. Lo que no tenemos es forma para identificar a los que son echados de sus tierras porque una ciudad se ha expandido o porque una minería se instala envenenando el agua y la tierra. Son millones pero son invisibles. Cuando uno de ellos se presenta en la frontera de Europa no tiene ninguna base para reclamar; no existe a los ojos de la ley. ¿Vos te das cuenta de lo que es eso? Y vamos a tener millones más, esto no se va a acabar". De nuevo las palabras le suenan a hueco.

Fuente: www.elpais.com

título de la nota: "Las categorías dominantes son invitaciones a no pensar"
autor de la nota: Delfina Torres Cabreros
medio: Página 12 - Argentina
fecha: 4/1/2016

extracto
"Prefiero ser una salvaje." La socióloga holandesa Saskia Sassen bromea para explicar por qué elige correrse de las "categorías maestras" y anclar sus estudios en los márgenes sinuosos y las zonas oscuras de los fenómenos que se postulan como autoevidentes. Lejos de aquellos académicos que sostienen un solo proyecto como "tarjeta de presentación para toda su vida", Sassen, que actualmente se desempeña como profesora de la Universidad de Columbia, ha ido variando sus objetos de estudio, al tiempo que ha multiplicado la relevancia mundial de sus publicaciones. Entre sus libros se destacan La ciudad global (Eudeba), Territorio, autoridad y derechos y el reciente Expulsiones (ambos editados por Katz), en los que indaga en las tramas de la economía global y sus nuevos ordenamientos. En su última visita a la Argentina -donde vivió algunos años de su juventud-, Sassen dialogó con Página/12 sobre el rol de las universidades en el mundo contemporáneo e instó a estudiantes y profesores a no ser prudentes: a hacer nuevas preguntas y tomar el riesgo de "empujar y abrir nuevas fronteras de investigación".
***
-Usted señala que "la máquina de vapor" de la modernidad global no son las tecnologías digitales sino las finanzas. ¿Cómo es que esta "máquina", en apariencia tan abstracta e inasible, moldea el pulso del mundo contemporáneo?

-Es la lógica misma de lo financiero. Lo financiero es radicalmente distinto de la banca tradicional. La banca tradicional vende algo que tiene: dinero. La finanza vende algo que no tiene y, por ende, debe invadir otros sectores, y para eso desarrolla instrumentos realmente admirables en su complejidad. Puede invadir desde los sectores más lujosos a las cosas más simples, como los préstamos para autos usados. No depende estrictamente de esos otros sectores; todo lo que necesita es desarrollar un instrumento que le permita extraer algo en base a lo cual pueda construir un instrumento que tenga la capacidad de multiplicar el valor. Entonces, es invasivo y destructivo y el hecho de que destruye lo que necesita también implica que no le importa. Extrae y listo; deja detrás espacios completamente destruidos y así va empobreciendo los Estados nacionales.

***
-Usted señala que no tenemos categorías conceptuales para explicar algunos fenómenos acuciantes. Por ejemplo, se siguen explicando en términos de "inmigración" desplazamientos que tienen características muy distintas a las migraciones de los siglos pasados. ¿Por qué cree que los conceptos nos van quedando desfasados?

-Lo que estamos viendo en la así llamada crisis migratoria en el Mediterráneo se capta sólo parcialmente con las categorías de migrante, refugiado. Creo que estamos viviendo el inicio de toda una nueva era que viene marcada por una masiva pérdida de hábitat, que tiene muchos factores. En este momento la guerra domina: tenemos 40 países que tienen guerra, pero también están la desertificación, el cambio climático, tierras que van a estar inundadas; la expansión enorme de plantaciones que expulsan a los pequeños agricultores; la expansión extraordinaria de la minería que quita también terreno para vida; la compra de tierra simplemente para extraer agua; el uso en cantidades enormes de agua para el fracking, que va eliminando agua para poblaciones… La guerra es sólo uno de todos estos elementos. Es el más inmediato, el que ahora domina nuestros imaginarios y nuestras explicaciones, pero es una cosa mucho más amplia, relacionada con la pérdida masiva de hábitat. Usar estas palabras "son inmigrantes, son refugiados" también es una invitación a no pensar. Nos tenemos que plantar ahí y preguntarnos qué estamos viendo. Hay una historia más profunda que requiere otros lenguajes.

-¿El mundo académico tiene responsabilidad en esta falta de comprensión de las particularidades del nuevo momento?

-Claro que tiene responsabilidad. Yo siempre tuve una relación muy problematizada con las categorías de análisis que son dominantes, porque en un cierto punto sí son muy útiles, pero por otro lado son invitaciones a no pensar: contienen la explicación. A mí lo que más me interesa de la inmigración es cuando empieza un flujo nuevo. Ya cuando es un flujo establecido me importa mucho menos. Muchos estudios de la migración son simplemente documentaciones de las características de esos migrantes o sus comunidades: tienen más de 20 años, tienen buena salud, comen tal cosa… Es muy fácil hacer eso. Yo creo que la universidad buena tiene también que empujar, abrir nuevas fronteras. Siempre va haber individuos que están dispuestos a tomar el desafío.

Fuente: www.pagina12.com.ar

título de la nota: Cerca del suelo
autor de la nota: Flor Monfort
medio: Página/12 - Las 12 - Argentina
fecha: 11/13/2015

extracto
La socióloga holandesa Saskia Sassen pasó por nuestro país para ser distinguida con el título de Doctora Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba y de la Universidad de Buenos Aires, donde hizo sus primeros pasos como estudiante. A poco de la edición castellana de su último libro, Expulsiones (Katz), la especialista en planeamiento urbano y globalización habló con Las12 sobre las categorías que funda en su investigación: la brutalidad de las sociedades actuales y la expulsión disfrazada de inclusión, que se cobra el precio más alto en los cuerpos de las mujeres. Sassen propone superar las duplas comunismo-capitalismo, decir expulsión en lugar de desigualdad y refundar el término de brutalidad para explicar, por ejemplo, la trata de mujeres con fines de explotación sexual. Para ella, el futuro ya llegó y es mucho más cruel y sangriento de lo que se esperaba, con la ciudad como sede posible de la revolución y el daño al medio ambiente como la gran metáfora de nuestra propia destrucción.
***
El mundo de las universidades le apasiona a Sassen, esas pequeñas ciudades que marcan una ética desde sus programas de estudio y que de repente parecen volverse ciegas y sordas de lo que pasa afuera, con sus gráficos híper sofisticados y su puesta en palabras con abstracciones que en la vida cotidiana se aparecen con formas bien distintas. Algo de esa magia quiso capturar en su análisis del espacio urbano con La ciudad global, territorio de disputa y de cruces que terminó de cerrar con Territorio, autoridad y derechos pero que la sigue desvelando. Siempre insiste en el empobrecimiento de las capas medias como fenómeno mundial que escupe generaciones mucho más pobres que las de sus padres.
***
-¿Por qué ahora la desigualdad le parece una categoría insuficiente para nombrar las transformaciones de los espacios urbanos como territorio privilegiado para visualizar los efectos del poder económico?

-En los años ochenta yo estaba hablando de desigualdad, pero en ese momento nadie lo oía, porque lo que vivíamos era el efecto expansivo de las ciudades, que parecían cada vez mas prósperas, y claro, era porque iban eliminando hacia la periferia, volviéndola invisible. Entonces ahí empieza la desigualdad, en los 90 esto es muy fuerte, y el resultado es un nuevo orden visual donde pareciera que las ciudades están mejor que antes pero claro, lo que es invisible son las modestas clases medias que migran a los contornos. El orden visual tiene una materialidad, y eso puede volver invisible una realidad social.
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-Y el daño al medio ambiente es ampliamente difundido pero tampoco forma parte del orden visual entonces existe a medias…

-En el ultimo capitulo de Expulsiones, "Tierra muerta agua muerta" hablo de eso y para mí fue muy fuerte escribirlo. En relación con el lenguaje que usamos "cambio climático" (lo dice en inglés), suena realmente hermoso, pero ¿por qué no decimos las cosas como son? Tierra muerta diría yo, agua muerta, como le digo. Y ahí también hay una expulsión. Estas materialidades se vuelven invisibles, y esta es una idea que me obsesiona. Y cuando hablamos de lenguaje hay un tercer elemento, por ejemplo, hombre negro de 33 años de Harlem que nunca ha tenido un puesto de trabajo. Lo llaman long term unemployed y es una locura, una manera de simplificar una situación que es aún mas grave. Necesitamos un lenguaje más fuerte. Las categorías que estamos usando para captar nuestras realidades nos son muy útiles para la gran mayoría pero hay un momento, el borde sistémico lo llamo yo, donde lo familiar (no lo monstruoso) se vuelve tan extremo que ya no podemos capturarlo con nuestras categorías de análisis y se vuelve invisible, sin importar cuan fuerte sea su materialidad.
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-Para usted la ciudad es un espacio sagrado, ¿es el espacio de la revolución?

-La ciudad es un sistema complejo pero incompleto y hoy es el espacio frontera. Los sin poder pueden hacer una historia, una economía, una cultura en la ciudad. No la pueden hacer a nivel sistema pero la pueden hacer habitando el espacio público, por eso es tan importante. Los espacios de miseria pueden "hacer ciudad" pero tienen que conocer ese poder. Ya no importa quien tiene la propiedad, sino hacer uso del espacio.
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-Ud. Habla de expulsión no solo de territorios sino de sistemas, ¿puede ampliar ese concepto?

-Es sentirse afuera, amenazado. Los adultos jóvenes de hoy son más pobres que sus padres y madres. Hay proyecciones a largo plazo y es un hecho, en todo el mundo. ¿Te acordás de la noción de progreso? De "cada vez va a ser mejor"? Bueno, no, hubo un límite. La historia de que cada posguerra reinventa el mundo es bellísima pero no continuó, se empezó a romper. Los datos dependen de cada país pero podemos establecer que esto que estamos viviendo ahora de tanta riqueza por un lado y tanta pobreza por el otro, eso fue hecho, no se cayó del cielo.

Fuente: www.pagina12.com.ar

título de la nota: "Las migraciones hoy hablan de una pérdida masiva del hábitat"
autor de la nota: Patricio Tapia
medio: La Tercera - Chile
fecha: 11/6/2015

extracto
La autora de La ciudad global y Premio Príncipe de Asturias 2013 es conocida por estudiar la globalización e inmigración.

Hay situaciones que parecen imágenes o concentrados, una suerte de ventanas, para aproximarse a procesos más amplios, complejos, casi subterráneos. Algo así eran los conceptos de "ciudad global" o "calle global" que acuñó Saskia Sassen: lugares que servían de puentes entre los grandes mercados globales y las economías nacionales, aunque en su último libro, Expulsiones, argumenta en relación a las posibilidades de tales conceptualizaciones.
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-¿Confía en los conceptos para captar situaciones intrincadas?

-Por mucho tiempo he tenido una sensación aguda, incipiente, poco articulada, de que los científicos sociales consideramos como bases (lo que ya está determinado) a nuestros propios conjuntos de datos y nuestras propias categorías de análisis. Hay algo, un circuito circular allí. ¿Qué pasa si estamos perdiendo mucho porque nuestras categorías no logran capturar todo un rango de condiciones?, ¿qué pasa si las categorías que funcionaron incluso 20 años atrás ya no están funcionando hoy?
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-¿Cómo ve el fenómeno de la ciudadanía desnacionalizada?

-Cada vez más entidades -personas, empresas, proyectos de la sociedad civil, las instituciones del sistema internacional (FMI, Banco Mundial)- están operando en un dominio que es sólo en parte nacional y sólo en parte internacional. Ahora hay un tercer espacio, que es el espacio global y que es un espacio desnacionalizado. Basta pensar en las Naciones Unidas: una entidad muy internacional y que alcanza a todo el mundo, que, sin embargo, está centrada en las decisiones nacionales de los estados. Pero incluso allí se está empezando a ver agendas que podemos pensar como globales más que internacionales.
***
-Su último libro explora el surgimiento de "nuevas lógicas de expulsión". ¿Cuáles son?

-Ideas deshilvanadas recorren el libro. Una de ellas es que las condiciones normales están asumiendo formas extremas y, cuando lo hacen, las perdemos: nuestras categorías de análisis y estadísticas ya no son capaces de capturarlas. La otra es que las condiciones extremas -tales como las tierras muertas y las aguas muertas- no pueden ser captadas por nuestro lenguaje común. El cambio climático no es suficiente para aprehender el hecho de vastas extensiones de tierra muerta y agua muerta. Cómo podemos hablar de estos nuevos migrantes: como migrantes. Pero qué pasa si ellos son la vanguardia de una nueva época histórica de una pérdida masiva del hábitat. Luego está la gran escalada de refugiados y personas desplazadas, ahora sobrepasando los 60 millones. Estas personas expulsadas forman espacios de y probablemente permanezcan allí por períodos muy largos.

Fuente: www.latercera.com

título de la nota: La desigualdad mata
autor de la nota: Daniel Muchnik
medio: Perfil - Argentina
fecha: 7/25/2015

extracto
En otro libro reciente, de Katz Ediciones, titulado Expulsiones, otra socióloga nórdica, Saskia Sassen, consigna que el concepto de desigualdad que conocemos y usamos habitualmente no alcanza. Para entender los tiempos actuales, agrega, hay que buscar conceptos nuevos, medir con otras herramientas, calificar a las cosas de otra manera. Sassen consigna que el sistema capitalista (el único que ha subsistido, por demás) despliega "brutalidades elementales".

Fuente: www.perfil.com

título de la nota: Saskia Sassen: "Hay geografías de poder y extracción que atraviesan la división Norte-Sur"
autor de la nota: Raquel San Martín
medio: La Nación - Argentina
fecha: 7/19/2015

extracto
La socióloga dibuja un inquietante mapa de expulsiones económicas, sociales y medioambientales; "la desigualdad ya no es suficiente para entender esta época", dice.

¿Y si las poblaciones desplazadas por las guerras en África, la contaminación de tierras y agua en Rusia y los encarcelamientos masivos en Estados Unidos fueran síntomas de un mismo proceso global? Si en lugar de mirarlos como fenómenos separados, buscáramos el hilo conductor que los une, ¿encontraríamos al final el ADN de nuestra época? Quizás preguntas como éstas hayan inspirado a Saskia Sassen en los inicios de la investigación minuciosa y global que dio por resultado Expulsiones (Katz), el libro recientemente publicado en el país, en el que la socióloga de las ciudades globales hace más agudas y radicales sus críticas a la nueva fase del capitalismo que describe.
***
-¿Cómo se compara el concepto de expulsión con el de desigualdad, que es la idea hoy más difundida para aludir a las patologías del capitalismo contemporáneo?

-El lenguaje de la desigualdad registra una condición importante, pero no suficiente para capturar la especificidad de nuestra época. Siempre ha existido la desigualdad, cualquier diferenciación puede ser pensada como una forma de desigualdad. Más aún, y esto es muy importante en mi perspectiva, necesitamos nuevos conceptos para capturar la amplitud y la profundidad de los desplazamientos sociales y medioambientales actuales: brechas de ingresos escandalosas entre los ricos y las clases medias modestas, poblaciones desplazadas en todo el mundo, y una escalada global de la destrucción de los recursos naturales.
***
-Justamente usted menciona en su último libro que estas distintas formas de expulsión (económica, social, biosférica) atraviesan territorios y sistemas políticos, pero ¿no se expresan de forma distinta en el Norte global que en el Sur global? ¿No tienen impactos diferentes?

-Sí, así es. Uno de los argumentos centrales del libro es la necesidad de volver al "nivel del suelo" como una manera de des-teorizar, o de desestabilizar las categorías centrales y las explicaciones poderosas, para re-teorizar. Entonces argumento, por ejemplo, que las destrucciones ambientales masivas que causa la explotación de las minas de oro en Montana, en Estados Unidos, y la misma destrucción provocada por la producción de níquel en Norilsk, en Rusia, no deberían verse simplemente como un fenómeno capitalista y otro comunista, sino ambos como fenómenos que señalan la capacidad masiva de destrucción del medio ambiente. Al poner en primer plano la cuestión medioambiental elimino el peso de esas profundas historias políticas de capitalismo o comunismo, que constituyen todavía hoy el prisma a través del cual la mayoría de la gente parece mirar el mundo. Yo digo que no: es hora de volver al "nivel del suelo", para des-teorizar y luego re-teorizar según nuevos vectores. De manera más general, las explicaciones poderosas muchas veces son invitaciones a no pensar. Eso está bien la mayor parte del tiempo.
***
-Las expulsiones que usted describe, las consecuencias de la lógica del poder financiero en las vidas de las personas o de la explotación salvaje de recursos naturales implican un grado de desprecio por la vida de las personas. ¿Cómo se combina el capitalismo y la ética?

-Hay ciertas ironías en esta evolución: por un lado, hay más y más reconocimiento y sensibilidad hacia las diversidades. Vemos toda una serie de movimientos étnicos, de género, sexuales, incluyendo los derechos de los animales. Todo esto me parece excelente. Pero también vemos la expansión de violencias de todo tipo: trafico de personas, explotación y esclavitud de cada vez más trabajadores pobres a través del mundo, la voluntad de matar o engañar para obtener órganos que se demandan cada vez más, abuso agudo del medioambiente con efectos tóxicos que envenenan lentamente a gran número de niños. En resumen, toda una serie de extracciones extremas que van en aumento, no en disminución como se esperaba hace veinte años. Esto va mucho más allá del capitalismo como lo hemos entendido, o como se desarrolló bajo el keynesianismo en Occidente. Se trata más bien una lógica de extracción predatoria para la cual el capitalismo puede ser un puente, pero va mucho más allá de lo que hemos entendido que son las explotaciones capitalistas. Es más extremo, y por ende quiero darle un nombre, un nombre simple, directo, no un "ismo". De ahí "expulsiones". Lo que veo, en síntesis, es un dualismo extremo.

Fuente: www.lanacion.com.ar

título de la nota: Expulsados del centro comercial
autor de la nota: Héctor Pavón
medio: Clarín - Revista Ñ - Argentina
fecha: 5/26/2015

extracto
Diálogo con Saskia Sassen. La socióloga explica en su libro cómo el espacio global se achica para muchos y privilegia a gobiernos y corporaciones.

Expulsados del paraíso; desterrados de las ciudades; apartados del gran sistema global. ¿Para siempre? Estos fantasmas y certezas estructuran el libro nuevo de Saskia Sassen. El Edén cierra las puertas. Hoy surgen evidencias de que el mundo se achica aún más y que se multiplican los arrojados a la incertidumbre. "Todos los procesos de expulsión son agudos, hablo de los que viven en la pobreza extrema y también las clases medias empobrecidas en los países ricos" explica la autora del flamante Expulsiones. Brutalidad y complejidad en la economía global (Katz).
***
-¿Cuándo arranca esta pobreza motivada por las expulsiones?
-Desde la década del 80 vengo analizando y anunciando el ingreso a un nuevo ciclo que conlleva el empobrecimiento de las clases medias y las clases trabajadoras. Entonces, nadie me creía y se insistía que, al contrario, íbamos hacia una mayor prosperidad para todos. Uno de los pocos lugares donde se vio esa prosperidad fue en China. Allí el factor clave fue la expansión masiva del sector manufacturero –un sector económico distribuido con muchos y diversos tipos de trabajadores– lo opuesto de las altas finanzas. El borde del sistema es un espacio de expulsiones. Durante el keynesianismo ese borde era un espacio de inclusión, de incorporación y no porque ése fuera el paraíso sino porque se incluía la producción y el consumo masivo. Hoy eso cambió.
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-¿Sólo hay un ganador?
-Cuando yo me pregunto quién gana, quién obtiene derechos hoy, la respuesta es: las corporaciones. Excepto sobre cuestiones culturales y de identidad como el casamiento gay, los derechos de transexuales, etc. Pero vamos perdiendo muchos otros derechos como ciudadanos; hay expulsiones sistémicas complejas, son micro destierros que ocurren dentro de nuestros países.
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-¿De qué modo el concepto de expulsión se aplica al extractivismo del medio ambiente?
-El saqueo empezó hace tiempo. En el libro planteo un argumento desde la mirada de la biósfera que maneja nuestras destrucciones, si bien en base a su temporalidad -una mucho más lenta que la nuestra-. Pero desde hace unos treinta años ya no puede manejarlo en muchas partes. Por eso hablo de "tierras muertas" y de "aguas muertas". Lo de "cambio climático" suena demasiado bello, ingenuo y debe tener más brutalidad en su expresión para que pueda ser tenido en cuenta. No es suficiente para denominar lo que está sucediendo.
***
-Le reitero la pregunta que usted se hace en el final del libro: ¿A dónde van a parar los expulsados?
-Para los estados y las economías son invisibles y es nuestro deber visibilizarlos. El espacio de los expulsados se expande del mismo modo que crecen -gracias a la toxicidad del desarrollo- los campos de tierra muerta y agua muerta.

Fuente: www.revistaenie.clarin.com

título de la nota: Sassen: "La clase media es actor histórico de la revolución"
autor de la nota: Berta Ares
medio: Revista de Letras - España
fecha: 3/9/2015

extracto
El célebre libro de Saskia Sassen La ciudad global: Nueva York, Londres, Tokio descubrió al mundo que la globalización tiene geografía, actores y luchas por el poder; que la inversión extranjera destruye economías tradicionales y fomenta la desigualdad, y que los Estados viven un periodo de desnacionalización en el que políticos, bancos, universidades, e infraestructuras facilitan la globalización. Su análisis le valió en 2013 el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Ahora, la editorial Katz publica en castellano Expulsiones. Brutalidad y complejidad en la economía global, brillante análisis que pone al descubierto los efectos devastadores de las formas extremas de un capitalismo global.
***
- Ayúdeme a definir el contexto actual.
- Creo que algo se ha revelado en las últimas semanas, que vivimos un momento en que se están empezando a mostrar elementos de posibilidad, algo que hasta hace poco era completamente invisible como opción, o se veía como una especie de utopía de la que se decía que no había que molestarse en hablar. Además de Syriza, hay otro elemento a considerar, el hecho de que Mark Carney, anterior gobernador del Banco Central de Canadá y actual gobernador de la Banca de Inglaterra declarara hace unos días que "el programa europeo de austeridad ha fallado". ¡El gobernador de una de las bancas centrales más importantes del mundo está diciendo que las políticas diseñadas por la Banca Central Europea, el gobierno alemán y el FMI para recuperarnos de la crisis no funcionan!
***
- ¿Cuál es el papel de la clase media en todo esto?
- ¡Esta es la clave! Para mí este es un tema muy importante. Hay algo irónico en esta encrucijada que emerge y es el hecho de que la clase media se convierte en el actor histórico porque es quien captura la contradicción del sistema de la manera más visible. Es la que más ganó con el estado liberal y es también la que más ha perdido. Creía en el sistema, veía al Estado como su interlocutor. Y ahora se pregunta por qué el Estado le ha fallado tanto. La clase media no hace y no va a hacer una revolución, pero refleja, hace visibles los fallos del sistema y en ese sentido se vuelve un elemento revolucionario.
***
- ¿Votar a Podemos será una manera de ejercer la revolución?
- ¡Exacto! Incluso si Podemos no gana pero tiene una gran representación, esto será un paso enorme. Mira cuando se les criticaba con el 15M. Se les criticaba por no tener discurso, por no tener partido... ¡Pues ya lo tienen! Esta es una historia realmente interesante. Ahora ya es una obligación por parte de los políticos el reconocer la crisis de la clase media.
***
- ¿Y qué les recomienda hacer si ganan?
- Yo creo que Podemos puede ganar. Y creo que sería algo muy positivo. Porque la política tradicional ya no va, ese es también un tema que yo desarrollo bastante en mi libro Expulsiones. ¿Qué les recomiendo? Redistribuir la economía: el espacio de la economía debe incluir a la máxima variedad de actores económicos, la pequeña empresa de proximidad y la empresa con capacidad de exportación. Tomemos el ejemplo del País Vasco, lo han hecho muy bien, ahí tienen una economía muy distribuida. Entienden el algoritmo. Lo contrario al sistema de Wall Street.
***
- Economía distributiva frente a economía financiera.
- Las finanzas no son economía, son un sistema de poder y de extracción. Esos brillantes instrumentos financieros que inventan son para extraer valor, una especia de minería, que una vez hecho el proyecto no queda nada, solo destrucción y ¡claro!, concentración de los beneficios en el tope de la jerarquía. Un elemento crítico que hay que recuperar urgentemente antes de que se desmorone más todavía es la infraestructura para economías que distribuyen los beneficios que generan por todo el país a partir de las distintas regiones. Ustedes tienen tradiciones y conocimiento, por ejemplo en el sector de la alimentación, eso es importantísimo recuperarlo en su plenitud, región por región. Es una fuerza importante que tienen. ¡Úsenla! Fomenten además lo que las nuevas tecnologías permiten: sistemas colaborativos para la producción y la distribución y venta... al mundo. Escuchen lo que la gente tenga que decir y contribuir, esto también lo permiten las nuevas tecnologías. ¡Exploren posibilidades de reconocimiento y valorización!

Fuente: www.revistadeletras.net

título de la nota: Saskia Sassen: "Llamamos 'austeridad' a las agresiones organizadas"
autor de la nota: Albert Lladó
medio: La Vanguardia - España
fecha: 2/3/2015

extracto
La catedrática de Sociología de Columbia llena el CCCB con una conferencia en la que reflexiona sobre justicia e igualdad

Lleno absoluto en el hall del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) para escuchar, el pasado lunes, a la socióloga Saskia Sassen, autora del libro Expulsiones. Brutalidad y complejidad en la economía global (Katz, 2015).
La catedrática de Columbia visitó Barcelona invitada al ciclo Prendre la paraula, en el que diversos pensadores reflexionan -entre ellos, Axel Honneth, Luc Boltanski o Seyla Benhabib- sobre la vigencia de conceptos como libertad, crítica y ciudadanía. El turno de Sassen, sin embargo, consistía en abordar ideas tan antiguas, y actualizables, como desigualdad y justicia.
La autora, que reconoce que combina investigación y provocación, defiende que las expulsiones (de gente, pero también de capitales) no son espontáneas. Por ello, es imprescindible fijarse en la confluencia entre el mundo local y el mundo global, y, cuando la tecnología todo lo acelera, hay que centrarse en la idea de escala. ¿Este tipo de cuestiones son tan nuevas como nos parecen?
Sassen parte de una premisa que contradice a aquellos que simplemente hablan de cambio de paradigma. Para la socióloga "la máquina de vapor de nuestra época" no es la tecnología de la información, como muchos defienden, sino el sistema financiero. La banca tradicional, nos dice, vende algo que tiene, mientras las finanzas venden algo que no tienen, inventando constantemente "para invadir otros sectores". Recurren a las mentes más brillantes, si es necesario, nos advierte.

Fuente: www.lavanguardia.com

título de la nota: DEBAT - Prendre la paraula. Justícia i igualtat. Conferència de Saskia Sassen
autor de la nota:
medio: www.cccb.org - España
fecha: 2/2/2015

extracto
Conferencia de Saskia Sassen "Justicia e igualdad" en Debate de Barcelona 2015 - Tomar la palabra.

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