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Luciana Cadahia y Gonzalo Velasco

Normalidad de la crisis/crisis de la normalidad


notas de prensa

América Latina: alternativa y punto de fuga
Télam - Argentina, 8/23/2013

Luciana Cadahia: "Hablamos de crisis pero estamos frente a una reconfiguración de la sociedad"
Europa abierta - Radio Nacional - España, 8/8/2013

Ocho notas para pensar la crisis
El Nacional - Venezuela, 5/19/2013

Normalidad de la crisis / Crisis de la normalidad
Diagonal Periódico - España, 4/23/2013

Sobre Normalidad de la crisis/crisis de la normalidad, de Luciana Cadahia y Gonzalo Velasco (eds.), Katz, 2013
Cuaderno crítico - España, 4/10/2013

Bajo el título Normalidad de la crisis/crisis de la normalidad los investigadores Luciana Cadahia y Gonzalo Velasco coordinan una obra colectiva sobre los discursos del poder
El librófago - España, 12/8/2012

título de la nota: América Latina: alternativa y punto de fuga
autor de la nota: Pablo E. Chacón
medio: Télam - Argentina
fecha: 8/23/2013

extracto
En Normalidad de la crisis/crisis de la normalidad, la ensayista argentina Luciana Cadahia y su colega español Gonzalo Velasco compilan una serie de trabajos de alta complejidad donde diagnostican el desastroso presente europeo y abren el juego al actual escenario latinoamericano.

El libro, publicado por la casa Katz, no es precisamente un conjunto de consignas y lugares comunes sino una investigación sólida en todos los frentes del conflicto.
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T : ¿Cuáles son los operadores materiales y simbólicos que le han permitido a la idea de crisis permanecer y reciclarse de manera casi continua?
C : Con nuestro libro hemos querido denunciar que el discurso sobre la crisis instaura el imaginario simbólico de una enfermedad transitoria que se da en el trasfondo de una salud que será inevitablemente restaurada.
De la acción política dependería la celeridad de esta restauración y por lo tanto, su responsabilidad se restringiría a los damnificados durante el proceso de curación. En el marco de las políticas europeas, la simplificación del fenómeno mediante la metáfora de la economía doméstica ha dotado de la austeridad de un valor mágico-jurídico para la recuperación de la normalidad perdida, cuya efectividad radica en la capacidad para hacer de los sujetos que padecen la crisis el principal medio de su consolidación: la aceptación de las políticas de austeridad es el correlato de la interiorización de la culpa por un exceso irresponsable que ahora se trataría de restituir.
***
T : ¿Qué piensan cambió en la episteme contemporánea para proponer otro modelo teórico?
C : A mi juicio, el principal cambio epistémico es el relativo a la noción normalizada de la justicia social. Al igual que ocurre con la verdad, la justicia también es el producto de una determinada tecnología que hace posible que una determinada compresión de la justicia sea veridicible en un periodo histórico y bajo unas condiciones determinadas.
***
T : En ese mundo, a tu juicio, ¿qué futuro tienen el capital-parlamentarismo y la forma-partido?
V : La clave está en la noción misma de democracia. Hay dos maneras de entenderla. Por un lado, la convicción de que la democracia es un modelo formal y abstracto, capaz de ser aplicado (desde fuera) a cualquier rincón del planeta. En este caso, pareciera que la democracia se limita a cumplir un rol técnico-regulativo, en el que el papel de la política se reduce a su mínima expresión y la figura del experto reemplaza a la del político. No hay que olvidar que este discurso se encontraba respaldado por el relato del fin de la historia y la creencia en el pleno auto-desarrollo de las capacidades individuales.
La contra-cara de este relato ha sido el intento sistemático de disolver el tejido social e incorporar la lógica neoliberal en los diferentes ámbitos de la vida social. Así, la democracia de mercado, lejos de ser el espacio en el que se disputa y configuran las formas de vidas que nos damos a nosotros mismos, establece de antemano, los esquemas de deseos colectivos e individuales. Sin embargo, sería demasiado reduccionista y unilateral de nuestra parte pensar que la experiencia democrática se reduce a esto, no sólo porque existen verdaderos ejercicios de resistencia a esta forma de gobierno, sino también porque es posible entender la experiencia democrática de otra manera. Nos referimos a la experiencia que está teniendo lugar en algunos países de América latina. No negamos que lógica neoliberal también esté presente allí, pero nos parece que esta experiencia democrática permite ponerla en cuestión.

Fuente: www.telam.com.ar

título de la nota: Luciana Cadahia: "Hablamos de crisis pero estamos frente a una reconfiguración de la sociedad"
autor de la nota: Chema Forte, Guillaume Bontoux, Frank Smith y Nuria Sans
medio: Europa abierta - Radio Nacional - España
fecha: 8/8/2013

extracto
Analizamos con la doctora en filosofía Luciana Cadahia el relato de la crisis económica que venimos padeciendo desde el año 2008. Ha recopilado junto a Gonzalo Velasco una serie de trabajos en los que se busca analizar el discurso vigente, y único, sobre la crisis. El resultado de este proyecto de investigación llamado Pensar Europa: democracia y hegemonía en la era tecnológica, es un libro, Normalidad de la crisis/crisis de la normalidad publicado por la editorial Katz.

título de la nota: Ocho notas para pensar la crisis
autor de la nota: Nelson Rivera
medio: El Nacional - Venezuela
fecha: 5/19/2013

extracto
Si la crisis es inherente a nuestro tiempo, si ya no está relacionada con la coyuntura, si ella se prolonga, se eterniza (como lo señala Patxi Lanceros), entonces el uso de la palabra crisis también entra en crisis. Crisis ya no se referiría a un momento o un período, porque habría perdido su sentido de coyuntura. Algo en la palabra ha caducado. Pero es justo esa caducidad la que nos señala que "las turbulencias del paisaje económico global tienen, más bien, carácter estructural" (Lanceros). Indefinido. Prolongadas en un tiempo que carece de telón final.
Pero hay algo más en la argumentación de Lanceros que tiene condición fundamental: que la crisis tiene la capacidad de dislocar o debilitar la convivencia. Al constituirse en amenaza; al tensar las mecánicas del miedo y del odio, actúa contra el otro, contra el "peor ubicado": el extranjero, el distinto, el huésped que compite por un puesto de trabajo. Cabe añadir aquí la sugerencia que formulan Luciana Cadahia y Gonzalo Velazco, compiladores de Normalidad de la crisis /crisis de la normalidad, en cuanto a que la crisis opera como instrumento que legitima esa suerte de estado de excepción que, al demandar sacrificios de los ciudadanos, devalúa su dignidad, socava sus derechos básicos. El discurso de la crisis domestica, desinfla: nos conduce como corderos a la lógica de la austeridad.

Fuente: www.el-nacional.com

título de la nota: Normalidad de la crisis / Crisis de la normalidad
autor de la nota: Laura García Portela
medio: Diagonal Periódico - España
fecha: 4/23/2013

extracto
Este libro colectivo, fruto de un congreso celebrado en la Universidad Autónoma de Madrid, constituye un reflejo de cómo las dinámicas del pensamiento corren parejas a las realidades sociales, políticas e históricas: sólo tres días después del encuentro, las calles se inundarían de la marea ciudadana conocida como 15M en respuesta a la crisis política y económica que asuela toda Europa. Este libro trata justamente de pensar cómo el dispositivo de la crisis se ha instaurado como normalidad política, cuáles son las dinámicas discursivas a que da lugar, y cómo comprender su significado.
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El texto es una conceptualización filosófica del sentir general. Así, se argumenta: la crisis es una usurpación de la soberanía del Estado-nación por parte de otros Estados o por los llamados "mercados financieros"; una usurpación del poder de los ciudadanos en pos de un ente abstracto.
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El libro bebe de una concepción hegeliana de la filosofía: la aprehensión del propio tiempo en pensamiento; una filosofía que no trata de construcciones lógicas separadas de lo real, sino que se sirve de éstas para pensarlo. Quizá por su influencia hegeliana, este libro se encuentra en una mediación múltiple: entre la universidad y la calle; entre la realidad y la ficción; entre el pensar y el actuar. En esos lugares donde siempre habría de estar la filosofía.

título de la nota: Sobre Normalidad de la crisis/crisis de la normalidad, de Luciana Cadahia y Gonzalo Velasco (eds.), Katz, 2013
autor de la nota: Alberto Santamaría
medio: Cuaderno crítico - España
fecha: 4/10/2013

extracto
Este libro, coordinado por Luciana Cadahia y Gonzalo Velasco constituye una muy importante aportación a la reflexión sobre el presente. Y por sus páginas discurren reflexiones y críticas de hondo calado. Es cierto que no todas son lecturas que mantienen el alto voltaje necesario para pensar la crisis. Ahora bien, en determinados momentos y fundamentalmente en la parte final del libro titulada "Crisis y política", hallamos algunas aportaciones filosóficas sobre el presente que se aproximan con solidez a la pregunta por la crisis.
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[...] no se trataría de hablar de normalidad de la crisis ni de la crisis de la normalidad sino de alcanzar la posibilidad de salirse de este "doble vínculo" (prototípicamente paradójico) con la finalidad de identificar la propia patología de ambos conceptos. Una tarea que se apunta hábilmente en este libro y que constantemente está por hacer.

título de la nota: Bajo el título Normalidad de la crisis/crisis de la normalidad los investigadores Luciana Cadahia y Gonzalo Velasco coordinan una obra colectiva sobre los discursos del poder
autor de la nota:
medio: El librófago - España
fecha: 12/8/2012

extracto
Como nos recuerdan los autores de Normalidad de la crisis/crisis de la normalidad, el relato de la crisis se ha instalado en el discurso contemporáneo como el único marco posible para pensar nuestra actualidad. El discurso de la austeridad que enarbolan desde las élites políticas y económicas así como la victimización de la población (que ejemplifica ese ya célebre mantra de "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades") ni es inocente ni carece de consecuencias, implicando, según sostienen, una domesticación simbólica y la adscripción a cierta tradición narrativa, en los términos de un relato de evolución o decadencia. La crisis sería, así, un momento de inflexión dentro de ese movimiento más amplio que el historiador alemán Reinhardt Koselleck describió como el ciclo "nacimiento-destrucción-muerte-regeneración".
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La finalidad de este libro colectivo dirigido por los jóvenes investigadores Luciana Cadahia y Gonzalo Velasco, miembros ambos del proyecto de investigación coordinado por Félix Luque "Pensar Europa: democracia y hegemonía en la era tecnológica", no descansaría en el apresurado e ingenuo intento de ofrecer "una solución a la crisis", sino más bien en detenernos a pensar en los distintos significados y usos del término. A fin de cuentas, la propuesta consiste en elaborar un juego de dislocación, esto es, un desplazamiento del aparato simbólico articulado en torno a la re-presentación del valor otorgado a la crisis y las posibilidades imprevisibles que puedan surgir de esta experiencia tanto en términos filosóficos como ontológicos y políticos.

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